Mi mascota no era una rapiña. No se a quien se le ocurrió pero le tocó un nombre de ave siendo un perro. Era lo máximo. Realizaba travesias increíbles, de casa en casa, separadas por kilómetros con el solo afán de encontrar en alguna de ellas a sus amos. La casa de mis tíos solía ser un paradero necesario y saciaba ahí la sed provocada por esas largas caminatas diarias que incluían además la visita a sus camaradas en el barrio donde se encontraba otra de nuestras casas. En ninguna de ellas faltaba un balde de agua fresca y un pan dulce llamado "chancay" que le encantaba. Cruzaba la calzada respetando los semáforos, ladraba en las puertas de las casas para anunciar su presencia y no se movía del lugar hasta que le permitieran entrar. En el edifico donde vivíamos, era muy querido y respetado por sus buenos modales: esperaba en la puerta del ascensor hasta que alguien entrara y subía junto con algún vecino al cuarto piso donde vivíamos. Nadie lo adiestró, era innato. Un día, en

Recordé su gustos, las canciones que oíamos su cuerpo lunar, refugio celestial y el pH de su saliva Extracto de "Crema de estrellas" (Cerati)

¿Donde cree estimado blogger que están colocados decenas de basureros como éste? ¿En alguna película de George Romero o de Tobe Hooper?¿Acaso los vio casualmente en alguna de esas pesadillas en Elm Street? ¿durante un cameo en "The Ring" de Hideo Nakata?. ¿Te invitan esas oscuras gargantas arrojar basura? ¿Ser deglutido entero por esas fauces acaso no te provocan pavor? Estos vanguardistas basureros, creanlo, se encuentran en nuestro querido Hospital del Niño.

Regresé de mi relajadazo viaje y estoy nuevamente contactando con nuestra temible y siempre tenebrosa realidad. Todo vuelve a la normalidad entonces.

A este paso necesitaré una buena dosis de ondasetron intratecal. Cada vez me sorprende mas lo torpe e inicuo de este gobierno. Conocimos sus métodos desde la universidad, pero todo esto es tan surrealista que Andre Breton seria un minimalista. Observen como vehículos transportan a gente muy pobre hasta la emergencia del Hospital del Niño para utilizarlos contra los médicos ofreciendo a cambio regalos que nunca recibirán. Y ellos ¿a quien reclamarán? Creí ya no volver a escribir sobre este asunto pues pensé que en ASCO III ya había saciado mi insatisfacción, pero esto es inacabable. ¿Permitiremos los médicos otra afrenta mas?

Entre tanto ministro de salud ignorante, confrontacional, sembrador de resentimientos ; tanto chulillo mediocre dizque asesor y tanto arrastrado de turno, celebrar el Día de la Medicina Peruana ya es un logro. Por encima de todas esas bajezas ya previsibles desde la elección presidencial, sólo nos queda esperar que pase el tiempo y que llegue el turno a los mas capaces y devolver a los médicos lo que costo décadas y que el gobierno se esta encargando de destruir ad libitum: la confianza de la gente. Lejos de poner un valsecito o algún ridiculo "tema alusivo a la fecha" rompanse los oídos con Oasis, banda petulante y creída como el blogger anfitrión.