Charly Garcia en Lima 2009, muy formalito y educadito

Después del decadente show que dió la ultima vez en el Circulo Militar de Lima en el 2004 y de las imagenes de TV recientes en una entrevista en Buenos Aires, donde daba la impresión de haberse convertido en un sujeto lobotomizado o inundado de psicofarmacos que lo apagaban, pocas ganas tenía de asistir a su concierto. Corrian las horas y a manera de autodestruccion reventaba mis oídos con "La hija de la lágrima", "Piano bar", "Parte de la religión", "El aguante" mientras conducía. En el trayecto pensé que un verdadero fan no entra en webadas y le importa un carajo esos detalles.
Ya instalado y mientras ubicaba un buen sector para disfrutar del concierto me encontré con gente conocida, casi generacional que celebrábamos haberlo seguido todos estos años, desde la Feria del Hogar el 85, pasando por ese inigualable concierto de Sue Generis dentro del Monumental (no en la impresentable explanada) incluyendo la pena que nos dió verlo desaliñado y tóxico en el 2004. Hasta que asomó el culpable de nuestras alegrías en muchas noches de fogata, en reuniones de universidad o cuando, atrapados por la soledad, combatiamos el desarraigo en Madrid cantando sus canciones.
Todo un señorito, cuasi puntualito, agradecido, pulcrísimo,con dentadura completa, sin patear a sus músicos, casi sin levantarse de la silla del piano, nos regaló una fracción de su discografia que siempre es inmensa para un concierto de sólo dos horas, siempre exigua para nosotros.
Para muchos, me incluyo, nos pareció demasiado sano. Extrañábamos el plus, la actitud, los saltitos en punta de pie, el polo de Marilyn, el amaneramiento, el jam, las palabrotas. Sin embargo ya no nos interesa que el gordo en que se ha convertido haya dejado de ser irreverente. Por sobre todas las cosas nos alegra que siga vivo. Say no more.....

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