La Tentación de la Carne

El gusto por la comida cambia. Algunos platos de pronto dejan de ser atractivos y otros empiezan a ser descubiertos. Los orígenes de esas apetencias a veces nada tienen que ver con el sabor. Ciertos mariscos y pescados quizá dejan de gustarnos cuando hemos ingerido ya una cantidad de mercurio que nuestro cuerpo no tolera; mientras que algunas frutas que nos parecieron anodinas, el plátano por ejemplo, quizá las busquemos si nos falta potasio. Todos saben o deberían saber que el jugo de limón puro y sin azúcar tiene un efecto mental tan activo que supongo es superior al de la cocaína. El limón solo en "cantidades industriales" es una bebida favorita para quienes debemos luchar contra el stress; es decir el 90 por ciento de los peruanos.
Por ese condicionamiento biológico, tampoco puedo decir si hoy sería para mi extraordinario el mismo caldo de carnero que tomé al filo de la madrugada en Cusco por los años 70. Habíamos elegido mal el camino y nos demoramos diez horas en una tormenta de nieve ,mientras el chofer manejaba como un héroe (le faltaban tres dedos de la mano izquierda). Medio muertos, uno de los viajeros desmayado, alcanzamos Catcca y fuimos recibidos por el vaho penetrante de un caldo que nos resucitó.....

Extracto. Autor: Pablo Macera, El Diente del Parnaso, Ed. Peisa, 2000.



Detalle de la escultura en mármol "El rapto de Proserpina", Gian Lorenzo Bernini
Tambien les dejo con un link sobre "El extasis de Santa Teresa de Avila" de Bernini.

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