Café Colombiano

Querida Adriana:
Mira que en esa vorágine de nuestras vidas, me olvidé agradecerte el presente. El café se ve riquísimo y soy un cafetero impenitente pero como además soy un vergonzoso fetichista, estará adornando mi vitrina hasta sabe Dios cuando. El gorrito que acompañaba al café se lo adueñó el Nano y reiteradas gracias entonces. Del incidente, sólo pensaré que es una coartada del destino. Los procesos de memoria a largo plazo están relacionados a la síntesis de ciertas hormonas de stress, dentro de las cuales está la vasopresina. Contaré entonces a mis nietos y tataranietos, porque soy longevo por herencia paterna-materna, tantos detalles como minutos estuvimos charlando en ese trayecto del aeropuerto a tu hospedaje y de que manera el tiempo se detuvo para siempre ahí. Ahhhh, también les diré que esta vasopresina se impregnó en mi encéfalo como el recuerdo de Adriana apareciendo radiante en Lima con la misma eterna y bella sonrisa que nos iluminaba en Madrid.

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