Careta Claun
Ayer atendí a una adolescente. Me dijo que aborrecía a casi todo el mundo, que detestaba esas caretas falaces con que se acercan las personas. Que a sus 16 años y universitaria, sólo había podido acopiar como amigas a tres. Que las cuatro entonces competían en espantar al entorno, sin ser brujas de Salem. Que no entendía el motivo de su sufrimiento y su pena inmensa. Que era afortunada en la vida, que tenia padres juntos, tenia dinero, estudiaba en una universidad de prestigio. Pero era triste. Me dejó sin palabras. Mi bloqueo duró el tiempo en que tardé en encontrar algún recuerdo en esos parajes remotos de mi encéfalo. Y le dije que buscando en lo insondable también era así, pero no necesité fluoxetina.
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